Os agradezco a todos el cariño con que habéis acogido la primera imagen. Me consta que, más que de la foto, todos habláis de solidaridad y cooperación en vuestros comentarios y eso es precisamente lo que da valor a la imagen. Estar allí o no para apretar el disparador es un mero accidente.
Cierto es que segundas partes no son buenas, pero estoy seguro de que este es el momento para compartir una segunda imagen tomada con muy poca diferencia de la anterior. No soy imparcial. Hablo de un país cuya belleza me fascina y cuya gente me enamora. Aunque ya estoy de vuelta, mi corazón sigue allí, porque cuando abandonas Filipinas lo único que deseas es volver.
Gracias y un saludo a todos/as